Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas.
Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope y él le daba sombra. Él amaba al árbol y el árbol amaba al niño. Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y el nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.
Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste: “¿Vienes a jugar conmigo?” pero el muchacho contestó “Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos”.
“Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero… Te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas. De esta manera tú obtendrás el dinero para tus juguetes”. El muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz. Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste.
Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó: “¿Vienes a jugar conmigo?” “No tengo tiempo para jugar. Debo trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos. ¿Puedes ayudarme?”… ” Lo siento, pero no tengo una casa, pero…tú puedes cortar mis ramas y construir tu casa”. El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y solitario.
Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. ¿Vienes a jugar conmigo? le preguntó el árbol. El hombre contestó “Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?”. El árbol contestó: “Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz”. El hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo.
Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: “Lo siento mucho, pero ya no tenga nada que darte ni siquiera manzanas”. El hombre replicó “No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar…Por ahora ya estoy viejo”. Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo, “Realmente no puedo darte nada…. la única cosa que me queda son mis raíces muertas”. Y el hombre contestó: “Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar. Estoy tan cansado después de tantos años”. “Bueno, las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven siéntate conmigo y descansa”.
El hombre se sentó junto al árbol y este feliz y contento sonrió con lágrimas.
Esta puede ser la historia de cada uno de nosotros. El árbol son nuestros padres. Cuando somos niños, los amamos y jugamos con papá y mamá… Cuando crecemos los dejamos …..sólo regresamos a ellos cuando los necesitamos o estamos en problemas… No importa lo que sea, ellos siempre están allí para darnos todo lo que puedan y hacernos felices.
Tú puedes pensar que el muchacho es cruel contra el árbol, pero es así como nosotros tratamos a nuestros padres… Valoremos a nuestros padres mientras los tengamos a nuestro lado y si ya no están, que la llama de su amor viva por siempre en tu corazón y su recuerdo te dé fuerza cuando estás cansado…
Colaboración de: Alfredo Castañeda
Cada uno temerá a su madre y a su padre, y mis días de reposo guardaréis. Yo Jehová vuestro Dios. Levítico 19:3
Ya no ha de honrar a su padre o a su madre. Así habéis invalidado el mandamiento de Dios por vuestra tradición. Mateo 15:6
Su padre le dió una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.
El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta.
Las semanas que siguieron, a medida que él aprendió a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.
Descubrió que era más fácil controlar su genio que clavar clavos detrás de la puerta.Llegó el día en que pudo controlar su carácter durante todo el día.
Después de informar a su padre, este le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter.
Los días pasaron y el jóven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.
Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta.
Le dijo "has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma.
Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves."
Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero el modo como se lo digas lo desbastará, y la cicatriz perdurará para siempre.
Una ofensa verbal es tan dañina como una física. Los amigos son joyas preciosas.
Nos hacen reír y nos animan a seguir adelante. Nos escuchan con atención y siempre están prestos a abrirnos su corazón.
LOS AMIGOS SON JOYAS PRECIOSAS !!
El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme. Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atarme los zapatos, recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas.
Si cuando converses conmigo repito y repito la misma historia que tú conoces de sobra, no me interrumpas y escúchame. Cuando eras pequeño, para que te durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerraras tus ojitos.
Cuando haga mis necesidades frente a otros no me avergüences no tengo culpa de ello, no puedo controlarlo. Piensa cuantas veces te ayude de niño pacientemente.
No me reproches porque no quiera bañarme; ni me regañes por ello. Recuerda cuando te perseguía y los mil pretextos que inventaba para hacerte más agradable tu aseo.
Acéptame y perdóname ya que el niño ahora soy yo…
Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas que tú sabes y que ya no podre entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con una sonrisa burlona o tu indiferencia.
Siempre participe en la educación que hoy tienes para enfrentar la vida tan bien como lo haces, y si fallan las piernas por estar cansadas, dame una mano tierna para apoyarme como lo hice yo cuando empezaste a caminar con tus débiles piernitas, no te sientas triste o impotente por cómo me ves dame tu corazón, compréndeme.
De la misma manera como te he acompañado en tu sendero, acompáñame a terminar el mío, dame amor y paciencia que yo te volveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti; piensa que con el paso que me adelanto a dar estaré construyendo para ti otra ruta de amor en otro tiempo.
El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme. cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atarme los zapatos, recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas.
Si cuando converses conmigo repito y repito la misma historia que tu conoces de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame. cuando eras pequeño, para que te durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerraras tus ojitos.
Cuando estemos reunidos y sin querer me haga mis necesidades no te avergüences y compréndeme, que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. piensa cuantas veces te ayude de niño y estuve pacientemente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.
No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello. recuerda los momentos que te perseguía y los mil pretextos que inventaba para hacerte mas agradable tu aseo.
Acéptame y perdóname ya que el niño ahora soy yo...
Cuando me véas inutil e ignorante frente a todos los aparatos tecnológicos que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona. acuérdate que fui yo el que te enseñó tantas cosas. a comer, a vestirte y la educación para enfrentar la vida tan bien como lo haces, son el producto de mi esfuerzo y perseverancia por ti.
Cuando en algún tiempo mientras conversamos me llegue a olvidar del tema del que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde y si no puedo hacerlo no te burles de mi. tal vez no era importante lo que hablaba pero a mi me bastaba con que solo me escucharas ese momento.
Si alguna vez ya noquiero comer, no me insistas. se cuanto puedo hacer y cuanto no debo hacer. tambien comprende que con el paso del tiempo ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.
Cuando me falten mis piernas por estar cansadas para andar dame una mano tierna para apoyarme, como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernecitas.
Por último, cuando algun día me oigas decir que ya no quiero vivir y solo desearía morir, no te enfades. algun día entenderás que esto no tiene nada que ver con tu cariño ni con cuanto te amo. trata de comprender que ya no vivo sino sobrevivo y eso no es vivir. siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer. piensa entonces que con el paso que me adelanto a dar estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo.
No te sientas triste o impotente por verme como me ves. dame tu corazón, compréndeme y apóyame como yo lo hice cuando empezaste a vivir...de la misma manera como te he acompañado en tu sendero te ruego me acompañes a terminar el mío. dame amor y paciencia que yo te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti.
El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme. cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atarme los zapatos, recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas.
Si cuando converses conmigo repito y repito la misma historia que tu conoces de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame. cuando eras pequeño, para que te durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerraras tus ojitos.
Cuando estemos reunidos y sin querer me haga mis necesidades no te avergüences y compréndeme, que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas. piensa cuantas veces te ayude de niño y estuve pacientemente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.
No me reproches porque no quiera bañarme; no me regañes por ello. recuerda los momentos que te perseguía y los mil pretextos que inventaba para hacerte mas agradable tu aseo.
Acéptame y perdóname ya que el niño ahora soy yo...
Cuando me véas inutil e ignorante frente a todos los aparatos tecnológicos que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona. acuérdate que fui yo el que te enseñó tantas cosas. a comer, a vestirte y la educación para enfrentar la vida tan bien como lo haces, son el producto de mi esfuerzo y perseverancia por ti.
Cuando en algún tiempo mientras conversamos me llegue a olvidar del tema del que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde y si no puedo hacerlo no te burles de mi. tal vez no era importante lo que hablaba pero a mi me bastaba con que solo me escucharas ese momento.
Si alguna vez ya noquiero comer, no me insistas. se cuanto puedo hacer y cuanto no debo hacer. tambien comprende que con el paso del tiempo ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.
Cuando me falten mis piernas por estar cansadas para andar dame una mano tierna para apoyarme, como lo hice yo cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernecitas.
Por último, cuando algun día me oigas decir que ya no quiero vivir y solo desearía morir, no te enfades. algun día entenderás que esto no tiene nada que ver con tu cariño ni con cuanto te amo. trata de comprender que ya no vivo sino sobrevivo y eso no es vivir. siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer. piensa entonces que con el paso que me adelanto a dar estaré construyendo para ti otra ruta en otro tiempo, pero siempre contigo.
No te sientas triste o impotente por verme como me ves. dame tu corazón, compréndeme y apóyame como yo lo hice cuando empezaste a vivir...de la misma manera como te he acompañado en tu sendero te ruego me acompañes a terminar el mío. dame amor y paciencia que yo te devolveré gratitud y sonrisas con el inmenso amor que tengo por ti.
El día que mi maría josé nació, en verdad no sentí gran alegría porque la decepción que sentía parecía ser más grande que el gran acontecimiento que representa tener un hijo. yo quería un varón.
A los dos días de haber nacido, fui a buscar a mis dos mujeres, una lucía pálida y la otra radiante y dormilona. en pocos meses me dejé cautivar por la sonrisa de maría josé y por el negro de su mirada fija y penetrante, fue entonces cuando empecé a amarla con locura, su carita, su sonrisa y su mirada no se apartaban ni un instante de mi pensamiento, todo se lo quería comprar, la miraba en cada niño o niña, hacía planes, todo sería para mi maría josé.
-este relato era contado a menudo por randolf, el padre de maría josé: yo también sentía gran afecto por la niña que era la razón más grande para vivir de randolf, según decía él mismo. una tarde estaba mi familia y la de randolf haciendo un picnic a la orilla de una laguna cerca de casa y la niña entabla una conversación con su papá, todos escuchábamos atentamente-
-papi, cuando cumpla quince años, ¿cuál será mi regalo?.
-pero mi amor si apenas tienes diez añitos- ¿no te parece que falta mucho para esa fecha?.
-bueno, papi, tú siempre dices que el tiempo pasa volando, aunque yo nunca lo he visto por aquí-
La conversación se extendía y todos participamos de ella. al caer el sol regresamos a nuestras casas.
Una mañana me encontré con randolf frente al colegio donde estudiaba su hija quien ya tenía catorce años. el hombre se veía muy contento y la sonrisa no se apartaba de su rostro. con gran orgullo me mostró el registro de calificaciones de maría josé, eran otras impresionantes, ninguna bajaba de 10 y los estímulos que les habían escrito sus profesores eran realmente conmovedores, felicité al dichoso padre y le invité a un café.
María josé ocupaba todo el espacio en casa, en la mente y en el corazón de la familia, especialmente el de su padre.
Fue un domingo muy temprano cuando nos dirigíamos a misa, cuando maría josé tropezó con algo, eso creímos todos, y dio un traspié, su papá la detuvo de inmediato para que no cayera. ya instalados en nuestros asientos, vimos como maría josé fue cayendo lentamente sobre el banco y casi perdió el conocimiento. la tomé en brazos mientras su padre, buscaba un taxi y la llevamos al hospital. allí permaneció por diez días y fue entonces cuando le informaron que su hija padecía de una grave enfermedad que afectaba seriamente su corazón, pero no era algo definitivo, que debía practicarle otras pruebas para llegar a un diagnóstico firme.
Los días iban transcurriendo, randolf renunció a su trabajo para dedicarse al cuidado de maría josé, su madre quería hacerlo pero decidieron que ella trabajaría, pues sus ingresos eran superiores a los de él.
Una mañana randolf se encontraba al lado de su hija cuando ella le preguntó:
-¿voy a morir, no es cierto?, eso te lo dijeron los médicos ¿verdad?
-no mi amor, no vas a morir, dios que es tan grande, no permitiría que pierda lo que más he amado en el mundo respondió el padre.
-¿van a algún lugar?. ¿pueden ver desde lo alto a las personas queridas?. ¿sabes si pueden volver?
-bueno hija, respondió, en verdad nadie ha regresado de allá a contar algo sobre eso, pero si yo muriera, no te dejaría sola. estando en el más allá buscaría la manera de comunicarme contigo, en última instancia utilizaría el viento para venir a verte.
-¿al viento? ¿y como lo harías papi?.
-no tengo la menor idea hija, sólo sé que si algún día muero, sentirás que estoy contigo cuando un suave viento roce tu cara y una brisa fresca bese tus mejillas.
Ese mismo día por la tarde, llamaron a randolf, el asunto era grave, su hija estaba muriendo, necesitaban un corazón pues el de ella no resistiría sino unos quince o veinte días más. ¡un corazón!. ¿de dónde saco un corazón?. lo vendían en la farmacia acaso, en el supermercado, o en una de esas grandes tiendas que hacen propaganda por radio y televisión. ¡un corazón!. ¿dónde?.
Ese mismo mes, maría josé cumpliría sus quince años. fue el viernes por la tarde cuando consiguieron un donante, las cosas iban a cambiar. el domingo por la tarde, ya maría josé estaba operada. todo salió como los médicos lo habían planeado. ¡éxito total!. sin embargo, randolf no había vuelto por el hospital y maría josé lo extrañaba muchísimo. su mamá le decía que ya que todo estaba bien y que sería el papá quien trabajaría para sostener la familia, maría josé permaneció en el hospital por quince días más, los médicos no habían querido dejarla ir hasta que su corazón estuviera firme y fuerte y así lo hicieron.
Al llegar a casa todos se sentaron en un enorme sofá y su mamá con los ojos llenos de lágrimas le entregó una carta de su padre.
María josé, mi gran amor: "al momento de leer mi carta, debes tener quince años y un corazón fuerte latiendo en tu pecho, esa fue la promesa de los médicos que te operaron. no puedes imaginarte ni remotamente cuánto lamento no estar a tu lado en este instante.
Cuando supe que ibas a morir sentí que yo también moriría contigo, y me preguntaba ¿qué podía hacer?... después de tanto pensar y sentir mil cosas dentro de mí, decidí finalmente que la mejor manera de hacer algo por ti era darle respuesta a una pregunta que me hiciste cuando tenias diez años y a la cual no respondí.
Decidí hacerte el regalo más hermoso que nadie jamás ha hecho. te regalo mi vida entera, sin condición alguna para que hagas con ella lo que creas que es mejor, sintiendo muchas cosas bellas y sabiendo que en el mundo lo más importante es que quieras vivir, ¡vive hija!. ¡¡¡¡te amo!!!!... también quiero que sepas que hoy, mañana y siempre estaré a tu lado, siempre. te amo y siempre te amaré, porque eres lo más grande y hermoso que dios me ha dado... siempre estaré contigo, siempre te amaré...
María josé lloró todo el día y toda la noche. al día siguiente, fue al cementerio y se sentó sobre la tumba de su papá, lloró como nadie lo ha hecho y susurro:
-papi ahora puedo comprender cuánto me amabas, yo también te amo aunque nunca te lo dije. por eso también comprendo la importancia de decir "te amo". y te pido perdón por haber guardado silencio"...
En ese instante las copas de los árboles se movieron levemente y cayeron algunas flores, sintió maría josé que un suave viento rozó su cara y una brisa fresca besó sus mejillas. alzó la mirada al cielo sintiendo una paz inmensa y dio gracias a dios por eso. se levantó y caminó a casa con la alegría de saber que lleva en su corazón "el amor más grande del mundo"...
Después de 21 años de matrimonio, descubrí una nueva manera de mantener viva la chispa del amor. desde hace poco había comenzado a salir con otra mujer, en realidad había sido idea de mi esposa.
Tú sabes que la amas –me dijo un día, tomándome por sorpresa - . la vida es muy corta, dedícale tiempo. pero yo te amo a ti - protesté.
Lo sé. pero también la amas a ella.
La otra mujer, a quien mi esposa quería que yo visitara, era mi madre, viuda desde hacía 19 años, pero las exigencias de mi trabajo y mis 3 hijos hacían que solo la visitara ocasionalmente.
Esa noche la llamé para invitarla a cena y al cine.
-¿qué te ocurre?¿estás bien? – me preguntó, mi madre es el tipo de mujer que una llamada tarde en la noche , o una invitación sorpresiva es indicio de malas noticias.
-creí que sería agradable pasar algún tiempo contigo, le respondí. los dos solitos. ¿qué opinas?
Reflexionó sobre ello un momento. me gustaría muchísimo, dijo.
Ese viernes mientras conducía para recogerla después del trabajo, me encontraba nervioso, era el nerviosismo que antecede a una cita... y ¡por dios, cuando llegué a casa, advertí que ella también estaba muy emocionada.
Me esperaba en la puerta con su viejo abrigo puesto, se había rizado el pelo y usaba el vestido con el que celebró su último aniversario de bodas, su rostro sonreía, irradiaba luz como un ángel.
Les dije a mis amigas que iba a salir con mi hijo, y se mostraron muy impresionadas. -me comentó mientras subía a mi auto. - no pueden esperar a mañana para escuchar acerca de nuestra velada.
Fuimos a un restaurante no muy elegante, sí muy acogedor, mi madre se aferró a mi brazo como si fuera "la primera dama de la nación". cuando nos sentamos, tuve que leerle el menú. sus ojos sólo veían grandes figuras.
Cuando iba por la mitad de las entradas, levanté la vista ; mamá estaba sentada al otro lado de la mesa, y me miraba. una sonrisa nostálgica se le delineaba en los labios.
Era yo quien leía el menú cuando eras pequeño. ¿recuerdas?
Entonces es hora de que te relajes y me permitas devolver el favor –respondí.
Durante la cena tuvimos una agradable conversación; nada extraordinario, sólo ponernos al día con la vida del otro. hablamos tanto que nos perdimos el cine.
-saldré contigo otra vez, pero solo si me dejas invitar, dijo mi madre cuando la llevé a casa, asentí, la besé, la abracé
-¿ cómo estuvo tu cita? – quiso saber mi esposa cuando llegué aquella noche
-muy agradable, gracias. mucho más de lo que imaginé, le contesté.
Días más tarde mi madre murió de un infarto masivo, todo fue tan rápido, no pude hacer nada. al poco tiempo recibí un sobre del restaurante donde habíamos cenado mi madre y yo, y una nota que decía: "la cena esta pagada por anticipado, estaba casi segura, de que no podría estar allí, pero igual pagué para dos, para tí y para tu esposa, jamás podrás entender lo que aquella noche significó para mí. ¡te amo! ".
-en ese momento comprendí la importancia de decir a tiempo "te amo" y de darles a nuestros seres queridos el espacio que se merecen; nada en la vida será más importante que dios y tu familia, dales tiempo, porque ellos no pueden esperar.
Estoy harto de la vida. Estoy cansado de trabajar y de ver a la misma gente camino a mi trabajo todos los días, llego a la casa y mi esposa sirvió lo mismo de la comida para cenar, la cual no me gustó mucho que digamos y tengo que comer la comida que no me gusta. Voy a entrar al baño y mi hija de apenas año y medio no me deja porque quiere jugar conmigo, no entiende que estoy cansado y quiero entrar al baño. Después, tomo mi revista para leerla plácidamente en mi sillón y mi hija nuevamente quiere jugar y que la arrulle entre mis brazos, yo quiero leer mi revista y sale mi esposa con su:
- ¿Qué tal me veo?, me arreglé para ti-
Le digo que bien sin despegar mis ojos de mi revista. Para variar, se enoja conmigo porque dice que no la comprendo y que nunca la escucho, no sé por qué se enoja si le pongo toda mi atención, es más, aún viendo la T.V. le pongo atención, bueno, siempre y cuando haya malos comerciales, a veces quisiera estar solo y no escuchar nada, yo sólo quiero descansar; Suficientes problemas tengo en el trabajo para escuchar los de mi casa. Mi padre también me molesta algunas veces y entre clientes, esposa, hija, padre, me vuelven loco, quiero paz. Lo único bueno es el sueño, al cerrar mis ojos siento un gran alivio de olvidarme de todo y de todos.
- Hola, vengo por ti.
- ¿Quién eres tú? ¿Cómo entraste?
- Me manda Dios por ti, dice que escuchó tus quejas y tienes razón, es hora de descansar.
- Eso no es posible, para eso tendría que estar...
- Así es, sí lo estás, ya no te preocuparás por ver a las mismas personas, ni por caminar, ni de aguantar a tu esposa con sus guisos, ni a tu pequeña hija que te moleste; es más, jamás escucharás los consejos de tu padre.
- Pero... ¿Qué va a pasar con todo? ¿Con mi trabajo?
- No te preocupes, en tu empresa ya contrataron a otra persona para ocupar tu puesto y por cierto, está muy feliz porque no tenía trabajo.
- ¿Y mi esposa y mi bebé?
- A tu esposa le fue dado un buen hombre que la quiere, respeta y admira por sus cualidades que tú nunca observaste en ella y acepta con gusto todos sus guisos sin reclamarle nada, porque gracias a Dios y a ella, tiene algo que llevarse a la boca todos los días, a diferencia de otras personas que no tienen nada que comer y pasan hambre hasta por meses y además, se preocupa por tu hija y la quiere como si fuera de él y por muy cansado que siempre llegue del trabajo, le dedica tiempo para jugar con ella, son muy felices.
- No, no puedo estar muerto.
- Lo siento, la decisión ya fue tomada.
- Pero... eso significa que jamás volveré a besar la mejilla de mi bebé, ni a decirle te amo a mi esposa, ya no veré a mis amigos para decirles lo mucho que los aprecio, ni darle un abrazo a mi padre, ya no volveré a vivir, ya no existiré más, me enterrarán en el panteón y ahí se quedará mi cuerpo cubierto de tierra. Nunca más volveré a escuchar las palabras que me decían: Hey amigo, eres el mejor; Hijo mío, estoy orgulloso de ti; Cuánto amo a mi esposo; hermano mío, qué bueno que vino a mi casa; papito... NO, NO QUIERO MORIR, QUIERO VIVIR, envejecer junto a mi esposa, NO QUIERO MORIR TODAVÍA...
- Pero es lo que querías, descansar, ahora ya tienes tu descanso eterno, duerme para SIEMPRE.
- NO, NO QUIERO, NO QUIERO, POR FAVOR DIOS... !!
- ¿Qué te pasa amor?, ¿tienes una pesadilla? - dijo mi esposa despertándome.
- No, no fue una pesadilla, fue otra oportunidad para disfrutar de ti, de mi bebé, de mi familia, de todo lo que Dios creó. ¿Sabes?, estando muerto ya nada puedes hacer y estando vivo puedes disfrutarlo todo. Una vez cerrados tus ojos, nadie te garantiza volver a abrirlos. ¡¡¡¡QUÉ BELLO ES VIVIR!!!! HOY LO LOGRÉ, Mañana... MAÑANA DIOS DIRÁ.
Tomado de AlbumCancionYLetra.com
Recuerden que despertar a cada día es maravilloso aunque las cosas no vayan nada bien, Dios nos da la oportunidad de despertar.